viernes, 10 de diciembre de 2010

SÍ, TAL VEZ SEA UNA LOCA Y DESASTROSA GENERACIÓN, PERO...

En este artículo querría hablarles de un tema que nos preocupa a todos en menor o mayor medida: la nueva generación adolescente.

La adolescencia que hay hoy en día no es la mejor ni la más educada que ha habido, ni yo ni nadie lo niega. Es una generación en su mayoría despreocupada, vaga, desinteresada, maleducada, rebelde... y la lista de adjetivos podría continuar, pero no es tan mala esta generación, realmente no lo es.

Cierto es que, por ejemplo en generaciones anteriores un chico y una chica de unos catorce o quince años jamás podrían haber perdido la virginidad, era algo impensable o muy raro, lo más que hubieran hecho sería darse un inocente beso y poco más, o al menos si lo hacían lo reservaban sólo para ellos dos, no lo contaban a todo el mundo. En cambio, y por el contrario, hoy es muy común que a esa edad los adolescentes hayan podido perder la virginidad, y aun se pueden oír noticias de que una chica de unos catorce años ha quedado embarazada, cosa que aunque sea increíble poco a poco se va volviendo algo normal en el día a día.

No sólo está la cosa así en temas de sexo, sino también en el campo de las drogas y el alcohol. Pregúntense: ¿a qué edad probaron ustedes su primera cerveza o su primer cubata? Seguro que no lo probarían con trece o catorce años, pues esta generación sí que lo ha hecho, y no sólo han probado el alcohol, sino que también han fumado cigarrillos a temprana edad, y la cosa no queda en cigarrillos, también el hachís y sus variantes, e, incluso, habrán probado drogas más fuertes y peligrosas. ¿No es asombroso? Sí, sí que lo es. Además para los jóvenes estos “logros” con el sexo y las drogas son cuestión de alardeo.

Aparte de estas cosas que ya de por sí son terribles e impensables para los ancianos y adultos de nuestra época también hay otras.


En los estudios no es la generación más sobresaliente, eso está bastante claro. La mayoría de jóvenes se conforma con obtener el graduado de la ESO, y la realidad es que no demasiados lo consiguen, se quedan en el camino o ni siquiera lo intentan. La pura y dura verdad es que la gran mayoría de los adolescentes que están en el instituto es por obligación, ya que deben de permanecer hasta cumplir los dieciséis, y encima cuando son libres para hacer lo que les venga en gana no buscan una ocupación o un trabajo, sino que desaprovechan el tiempo y esperan a ver que sucede, esperan algo de la vida que no llegará.

Todo esto es lo que ve la sociedad en la adolescencia de hoy, y no saben cómo actuar o qué hacer para evitarlo. ¿Y a qué son debidos todos estos problemas? Muy simple: educación. La educación que los padres proporcionen en casa desde que un niño nace es esencial para el futuro del individuo, y a veces no es buena y los jóvenes tomamos ejemplo de ella.

También existe otro problema: las influencias del día a día, como por ejemplo la televisión o las grandes personalidades del país. Hay adolescentes, sobre todo chicas en este caso que podrían pensar lo siguiente: ¿Para qué estudiar? ¿No es más sencillo hacer lo que ha hecho Belén Esteban por ejemplo? Es decir, liarse con un torero u otra persona famosa y luego ir a cualquier programa a vender su vida. Esto es fácil de pensar, y por ello los adolescentes no suelen ganarse el camino de su vida, no tienen visión de futuro, sino que por el contrario esperan para ver hasta donde llega y lo que va surgiendo venga como venga.

Pero a pesar de que nadie o poca gente vea cosas buenas en esta generación sí que las hay, lo que pasa es que hay que saber mirar un poco individualmente a cada uno, no sólo por encima mirando únicamente a la mayoría.

Nadie lo ve, pero en esta generación hay jóvenes escritores y poetas apasionados por escribir, jóvenes deseosos de ser alguien importante en la vida, con hambre de saber cada día más. Hay adolescentes que aunque sean tímidos y no quieran parecer bichos raros ante los otros de su edad están locos por cambiar el mundo, y yo formo parte de estos jóvenes, los que queremos demostrar que no todos somos tan locos y desastrosos como se cree, que sí que hay un rayo de luz en esta generación, que sin duda de aquí saldrán los mejores deportistas, músicos, pintores, políticos, escritores, poetas, actores... lo que queramos ser esos jóvenes eso seremos, y ahora pueden creer en mis palabras o por el contrario esperar unos años a que se demuestre, pero no lo olviden, no es tan desastrosa esta generación, no lo es, y hay gente que piensa como yo.

Para finalizar mi artículo dejo un poema de un poeta uruguayo muerto el pasado año: Mario Benedetti (1920-2009). Este poeta sí que creía en esta generación, y este es el poema que lo demuestra:

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿Sólo graffiti? ¿Rock? ¿Escepticismo?
Les queda no decir amén,
no dejar que les maten el amor,
recuperar el habla y la utopía,
ser jóvenes sin prisa y con memoria,
situarse en una historia que es la suya,
no convertirse en viejos prematuros.

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿Cocaína? ¿Cerveza? ¿Barras bravas?
Les queda respirar, abrir los ojos,
descubrir las raíces del horror,
inventar paz así sea a ponchazos,
entenderse con la naturaleza,
y con la lluvia y los relámpagos,
y con el sentimiento y la muerte,
esa loca de atar y desatar.

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿Vértigo? ¿Asaltos? ¿Discotecas?
También les queda discutir con Dios,
tanto si existe como si no existe,
tender manos que ayudan, abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno,
sobre todo les queda hacer futuro,
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente.
 
Un saludo.
 
Artículo de Pedro J. Plaza, 14 años.